Tomarse una pausa para almorzar en el trabajo se está convirtiendo en una costumbre en peligro de extinción por culpa -entre otras cosas- de los adictos al trabajo. ¿Pero no seríamos más eficientes si nuestros jefes nos obligasen a hacer un descanso para partir en dos la jornada laboral?
Este descanso para comer ha sufrido el impacto de la tecnología. Lo más probable es que si comemos solos, lo hagamos mirando nuestro correo electrónico, Facebook o una página de noticias. Estamos más conectados con el aparato que tenemos en la mano que con nuestros propios pensamientos.
Creo que, en medio de la vorágine de la vida contemporánea, vale la pena detenerse un momento y reflexionar sobre la necesidad de los empleados de tomarse un pausa a la hora del almuerzo.
---continúa---
Este descanso para comer ha sufrido el impacto de la tecnología. Lo más probable es que si comemos solos, lo hagamos mirando nuestro correo electrónico, Facebook o una página de noticias. Estamos más conectados con el aparato que tenemos en la mano que con nuestros propios pensamientos.
Creo que, en medio de la vorágine de la vida contemporánea, vale la pena detenerse un momento y reflexionar sobre la necesidad de los empleados de tomarse un pausa a la hora del almuerzo.
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